Este mágico lugar de encuentro de Oriente y Occidente tiene más atracciones de primer nivel que minaretes.
Algunas ciudades antiguas son la suma de sus monumentos, pero Estambul tiene mucho más en cuenta en la ecuación. La principal entre sus múltiples atracciones son los lugareños, que tienen un amor infeccioso por la vida y generosidad de espíritu. Esta comunidad vibrante, inclusiva y en expansión está llena de personas que trabajan y se divierten mucho, atesoran a la familia y las amistades, y no tienen problemas para combinar la tradición y la modernidad en sus vidas cotidianas. Unirse a ellos en sus lugares favoritos - çay bahçesis (jardines de té), kahvehans (cafeterías), meyhanes (tabernas turcas) y kebapçıs (restaurantes de kebap) - serán lo más destacado de su visita.
A continuacion les dejo una lista de los luugares que debes visitar de esta magnifica ciudad.
Santa Sofía
Santa Sofía es un inmensa obra de arte de obligada visita para todo aquel que ponga un pie en la ciudad turca. Destruida y resurgida en interminables ocasiones, no hay nadie que sea capaz de adentrarse en su corazón sin quedarse con la boca abierta.
La Mezquita Azul
Frente a Santa Sofía, contemplándose mutuamente, se halla otro de los tesoros que ver en Estambul: la Mezquita Azul. La cascada de cúpulas que componen su espectacular fachada es una de las razones por las que todo el que visita la ciudad acaba enamorado de este templo. Levantada a comienzos del siglo XVII por orden del sultán Ahmet I, en su día fue motivo de controversia por ser la única mezquita del mundo que osó construir seis minaretes.
Bazar de las Especias
A tan solo dos pasos del famoso Puente del Gálata se halla uno de los mercados más antiguos y auténticos que ver en Estambul: el Bazar de las Especias. Un universo de intensos olores y colores en el que tomarle el pulso a una ciudad tan caótica como esta.
Puente del Gálata
Otro de esos puntos que ver en Estambul y que no deben faltar es el mítico Puente del Gálata, nexo de unión entre la zona moderna y la tradicional. Se trata de un puente basculante que alcanza los 490 metros de largo y que se halla en el estuario conocido como el Cuerno de Oro. Muy frecuentado tanto por locales como por turistas, cuenta en su parte inferior con numerosos negocios como cafeterías y restaurantes en los que tomar un rico té turco o fumar narguile mientras se contemplan las hermosas vistas.
Palacio Topkapi
Otro de los lugares que hay que ver en Estambul, sin lugar a dudas, es el majestuoso Palacio Topkapi, cuyas obras de construcción se iniciaron poco después de que Mehmet el Conquistador tomara Constantinopla en 1453.
Paseo en barco por el Bósforo
Una perspectiva diferente es lo que nos pide el cuerpo, y para eso, qué mejor plan que subirnos a bordo de uno de los barcos que hacen un recorrido por el hermoso Bósforo. Este estrecho en el que confluyen dos mares, el Mar Negro y el Mar de Mármara, es también el símbolo de unión-separación entre las dos zonas de Turquía: la asiática y la europea.
Cisterna basílica
Gran parte de Estambul cuenta con un submundo bajo tierra en el que las cisternas son las protagonistas. Esto es así porque la antigua Constantinopla, en caso de que fuera atacada, quería tener suficiente reserva de agua como para ser abastecida sin problema alguno.
Palacio Dolmabahçe
Construido entre 1843 y 1856, el Palacio Dolmabahçe es uno de esos hermosos lugares que ver en Estambul de manera obligada. Fue precisamente en 1856 cuando comenzó a ser utilizado como residencia de los sultanes, y así sería hasta que el califato fue abolido ya bien entrado el siglo XX.
La Torre Gálata
Se trata de una de las torres más antiguas del mundo, ¿cómo no íbamos a incluirla entre nuestras propuestas de qué ver en Estambul? A pesar de que su altura no es demasiado llamativa, pues mide tan solo 61 metros, es cierto que desde lo más alto se contemplan unas vistas hermosas de la ciudad turca.
Mezquita Solimán
Dominando una de las siete colinas con las que cuenta, la Mezquita de Solimán no podía faltar entre nuestras sugerencias de lugares que ver en Estambul. ¿El motivo? Pues porque no será la más grande, ni la más antigua, pero sin duda alguna se trata de la mezquita más majestuosa de todas cuantas hay repartidas por la ciudad.
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